En 1.272, Alfonso X de Castilla, 'el Sabio', le concedió el privilegio de Población. A partir de esa fecha, Artziniega ejerce de mediadora entre el comercio de Castilla y el de ultramar, con mercados semanales e importantes ferias de ganado, lo que hace de ella una auténtica ciudad medieval. Su casco histórico ha recibido la calificación de Conjunto Monumental por el Gobierno Vasco. Merece la pena visitar su Museo Etnográfico.