Sus ladrillos rojos son visibles desde toda la bahía, a la que el palacio real mira desde los tiempos de la "Belle Époque".
La reina regente María Cristina mandó construir a fines del siglo XIX este palacio para acoger a la Corte durante el verano. Siguiendo las modas de la época, quiso un edificio inspirado en las casas de campo inglesas, por lo que contrató al arquitecto Selden Wornum. La ubicación del palacio real no podía ser mejor. Sobre la loma que termina en el Pico del Loro, punto de separación entre las playas de La Concha y Ondarreta, la zona ofrece una espléndida panorámica de la bahía y la ciudad. En la actualidad, el parque está abierto para el disfrute de todos, mientras que el palacio de Miramar es sede de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco y de Eusko Ikaskuntza - Sociedad de Estudios Vascos.