La sierra de Aizkorri-Aratz alberga las más altas cumbres de la divisoria de aguas cántabro-mediterránea (Aitxuri 1.551 m), así como otras que conforman un macizo de gran atractivo y un punto de referencia para el montañismo vasco. Declarado parque natural en 2006, este área comprende unas 16.000 hectáreas, de las cuales 13.000 corresponden a Gipuzkoa y 3.000 a Álava.
Desde el punto de vista geológico y paisajístico se distinguen netamente dos zonas: las abruptas y rocosas crestas calizas, que pueden incluir llanuras de pastos en el valle como Urbia, y los encadenamientos de lomas y collados silíceos cubiertos de vegetación y dejando apenas ver la roca.
En el primer caso tenemos el alto cresterío de Aloña-Aizkorri-Aratz, importantísimo hito en el paisaje, tanto en su vertiente guipuzcoana como alavesa. Para comprobarlos, no hay más que situarse, por ejemplo, en el valle de Oñati, o recorrer la carretera N-1 por Idiazabal-Etzegarate y la Llanada alavesa. En el segundo, la larga y suave cresta de Urkilla-Elgea, visible toda ella desde las carreteras de la Llanada. En las cumbres de esta última se instaló el primer polígono de producción de energía eólica de la Comunidad Autónoma Vasca.
Desde Arantzazu (Oñati), situado sobre el barranco del mismo nombre y con su magnífico Santuario, por sendos caminos montañeros llegaremos a los pastos de Urbia (con refugio y ermita), que se halla al pie del tramo más alto de la sierra. Desde Araia, podemos subir a la cumbre de Aratz (1.443 m) y realizar recorridos en diversas direcciones, mientras que en Aretxabaleta y Eskoriatza nos hallamos al pie de Elorreta (Kurtzebarri,1.146 m), peña caliza que destaca en el tramo más occidental (Sierra Zaraia).
Por otro lado, tres de los ríos guipuzcoanos, Deba, Urola y Oria, nacen en las estribaciones de este conjunto de montañas. Por la vertiente alavesa, las aguas alimentan el curso alto del Zadorra (y el embalse del mismo) y del Arakil, que fluye hacia Navarra.
Como en todas nuestras montañas calizas, los fenómenos kársticos son notables. Citemos los campos de lapiaz, torcas, dolinas y numerosísimas cuevas, algunas muy visitadas como Leze en Egino. Muchas contienen yacimientos prehistóricos y paleontológicos, como Arrikrutz y Aizkirri, con restos de león y oso de las cavernas. La sierra es, además, parte del Camino de Santiago y en algunas zonas aún se conserva la antigua calzada.
Desde el alto de Otsaurte, accederemos a la cueva de San Adrián, cueva natural que ha servido a lo largo de la historia como vía de acceso entre Gipuzkoa y Álava y donde está situada la ermita del mismo nombre. Por otra parte, hay numerosos yacimientos al aire libre, dólmenes, túmulos y monolitos, a los que hay que añadir un interesante patrimonio histórico-arquitectónico, representado por un buen número de ermitas, caseríos, etc., destacando el Santuario de Arantzazu y la propia villa de Oñati.
Observaciones
Actividades organizadas: Senderismo, escalada, rutas en bicicleta, visitas guiadas por los cascos históricos medievales de los municipios cercanos, además de espeleología por grutas, puenting, parapente, descenso de cañones, rappel (aunque estos últimos se realizan en la vertiente alavesa del espacio natural).
Es posible acampar durante una noche o hacer vivac en zonas habilitadas para ello. Si desea prologar la acampada es necesario solicitar un permiso.