Flora
El paisaje dunar está configurado por sistemas dunares móviles y estabilizados, que constituyen un espacio de gran importancia biológica y geológica.
La existencia de un sustrato arenoso y una alta salinidad, condiciones difíciles para la vida, hace que a este espacio dunar se asocie un tipo de flora específica, denominada flora psammófila, constituida por especies que se ordenan en bandas conforme a la influencia de la acción del viento y de la sal van decreciendo progresivamente.
Forman parte de esas comunidades especies vegetales endémicas o de distribución reducida, con poblaciones únicas, incluso, en la Comunidad Autónoma Vasca. Es el caso de las especies Medicago marina y Galium arenarium, endémicas de las costas vascas y de Aquitania; y de Alyssum loiseleurii, endemismo de las costas cantábricas y del sudoeste de Francia.
La costa rocosa que se extiende entre las rías del Iñurritza y del Oria, que incluye el puntal de Mollarri, mantiene asimismo una flora asociada adaptada a las duras condiciones que impone el estar expuesto al oleaje.
Además, ligados a la desembocadura del Iñurritza, se han mantenido hasta nuestros días pequeños retazos de marisma, a pesar de la presión urbanística y agraria. Sobreviven aquí especies de flora raras en el ámbito del País Vasco, como es el caso de Salicornia dolichostachya, propia de zonas salinas.