Así, desde la autovía que va desde Pamplona a Vitoria-Gasteiz, en los límites de Navarra y Álava, se aprecia el imponente y afilado cresterío calcáreo de las cimas de Legunbe (1.127 m) Ballo (1.197 m), y Arrigorrista (1.143 m). En Agurain, tomamos la carretera que se dirige al puerto de Opakua, y tras ascender sus fuertes pendientes a través de bosques de quejigo y haya, accedemos bruscamente al altiplano, a unos 1.000 m de altitud, una zona de pastos, matorrales de brezo-enebro y algunas áreas pobladas de magníficos bosques de hayas.
El puerto de Opakua, que atraviesa toda esta zona, tiene una desviación (Iturrieta) en medio de la meseta que nos conduce a las poblaciones de Róitegui y Onraita, las más elevadas de la geografía alavesa. En sus cercanías, podemos visitar el profundo barranco de Igoroin excavado por el arroyo Musitu, con bosque de quejigos en sus laderas. En el interior de este barranco aún se pueden observar los restos del antiguo poblado de Igoroin, una de las aldeas desaparecidas del real valle de Laminoria.
Por otro ramal de la ruta accedemos a la ermita de Santa Teodosia (1.060 m), en cuyos alrededores se ha creado recientemente un parque de esparcimiento a la sombra de unos fresnos de gran tamaño, uno de ellos catalogado como árbol singular. Si continuamos por la carretera principal del puerto de Opakua, descenderemos hacia Contrasta, al Valle de Arana, encerrado entre la cresta meridional de Entzia (cimas Murube, San Cristobal, Bitigarras) y el cresterío de Lokiz.
El fácil acceso a la meseta y las espectaculares vistas desde los crestones atraen a un gran número de montañeros. De hecho, existen diversos itinerarios tanto a pie como en bicicleta de montaña que nos permiten disfrutar de este bello paraje, al tiempo que nos remontan al pasado si observamos el gran número de restos prehistóricos que pueblan esta sierra, reflejo de la larga tradición pastoril: monolitos, crómlechs, dólmenes, túmulos, yacimientos en cueva o al aire libre... Son monumentos megalíticos de gran valor tanto por sus dimensiones como por su estado de conservación. Los más conocidos son los dólmenes de Sorginetxe y Egileor, el crómlech de Mendiluze y el menhir de Itaida.
Observaciones
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