Se trata de una extensa zona de relieve muy suave y suelos arenosos, bordeada por montañas predominantemente calizas, con la cota más alta en el monte Kapildui (1.177 m). El centro del valle es recorrido de oeste a este por el río Izki, en el que desaguan numerosos arroyos, cuyas aguas van a parar al río Ega. En el interior del Parque Natural, sobre el desfiladero del mismo nombre, se encuentra Korres, el único núcleo de población de este excepcional entorno natural, al que acompañan otros en la periferia, como San Román de Campezo/Durruma Kanpezu, Quintana, Urturi, Markinez y Apellániz/Apilaiz (donde podemos encontrar rodales de grandes castaños centenarios).
Itinerarios y rico patrimonio
El Parque, de gran tradición montañera, es ideal para realizar paseos y excursiones, ya que cuenta con varios senderos y caminos bien señalizados. A partir de Korres, se puede llegar hasta Bujanda atravesando el Barranco de Izki. Merecen también una visita las lagunas entre Maeztu y Apellániz/Apilaiz, y el sistema de hoces y roquedos de Arluzea, único punto de nidificación del buitre en toda la zona.
En la villa medieval de Korres, que aún conserva parte de sus murallas, destacan la iglesia de San Esteban del siglo XVI y la ermita de la Virgen de la Peña, desde donde se puede contemplar la espectacular foz del río Izki.
En San Román de Campezo/Durruma Kanpezu se encuentra una peculiar ermita rupestre horadada en la roca del monte Muela (1.055 m). En las cercanías, existen numerosos focos de atracción, tales como el Pinar de Dueñas en Labraza, el cresterío de la Kostaleda en la Sierra de Codes y las cuevas eremíticas (Gobas de Laño) en el Condado de Treviño. Rioja Alavesa, con sus viñedos, bodegas y pueblos de interés, merece asimismo una visita.
Observaciones
Actividades organizadas: Senderismo, rutas en bicicleta y a caballo, rappel, hípica, puenting, descenso de barrancos, escalada, golf, visitas guiadas...
Pesca permitida en tramo libre durante temporada.